Registros genealógicos en la Montaña de Granito

Registros genealógicos en la Montaña de Granito 

No entiendo bien para qué lo necesitarán, pero ahí está. Estas cosas motivadas por afanes religiosos a mí siempre me quedan bastante lejos, debe de ser por mi, casi patológica, orientación escéptica, pero no deja de ser interesante lo que las creencias llegan a originar. El caso es que los mormones, o al menos ciertas ramas de dicho culto, tienen especial querencia por guardar memoria de los antepasados porque, según ellos, será necesario en el día del Juicio Final, tras la resurrección de los muertos. En concreto, la denominada como Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, llevó su empeño recopilador de los datos de antepasados a un extremo de lo más interesante.

En el interior de una gran montaña granítica, localizada en el cañón de Little Cottonwood, en Utah, Estados Unidos, miembros de esta religión crearon, mediada la década de los sesenta, un conjunto de bóvedas donde guardan miles de registros genealógicos que recopilan en todo el mundo, microfilmando todo tipo de archivos allá donde los encuentren y, naturalmente, donde les dejen hacerlo. Se trata, más allá de cualquier consideración religiosa, que a mí ni me va ni me viene, de una fuente archivística de lo más útil para algunos estudios históricos y genealógicos.

La obra realizada es inmensa, se han construído redes de túneles que se adentran cientos de metros en el interior de la montaña. En esos túneles duermen más de dos millones de rollos de microfilme relativos a muchos países del mundo, esperando el supuesto día del Juicio. Gestionado por la Sociedad Genealógica de Utah, se comenzó a recopilar microfilmes a finales de los años treinta, originándose tal cantidad de material acumulado que con el paso de los años se hizo necesaria la creación de este imponente archivo que más bien parece una fortaleza subterránea. La tecnología que, al parecer, se emplea en el mantenimiento de la información, incluye sistemas de gestión ambiental, control de temperatura estable a quince grados centígrados, limitación de la humedad al treinta por ciento y filtros de aire, todo ello controlado por ordenador.